martes, 28 de septiembre de 2010

MEMORIAS DEL EMIGRANTE

¡Un Entorno Diferente!

Por: Carlos M. Liranzo M.
Tabín siempre fue un hombre trabajador y muy disciplinado. En los ámbitos en que se desarrollaba, tanto en su trabajo de oficina como en su rol de agricultor, su eficiencia siempre fue puesta de manifiesto. Su disciplina también se destacaba al ejercer la autoridad en su hogar, pues no era hombre de dar una orden dos veces.

Octavio Merán, su nombre verdadero, corregía a sus hijos, sobrinos e hijos de los amigos, a veces con extrema severidad, según la disciplina lo ameritara. "Arreglaba la situación...y después investigaba". Hoy a lo mejor es 'un abuelo apoyador', porque como dice el dicho: "En los que los hijos no hacen...los nietos se complacen".
Pero mi historia no es de organización ni nada semejante, es de Tabín en "un entorno diferente".
Para salir de la dura rutina de la vida, Tabín solía hacer un viaje casi todos los años a Haina 17. Allí se quedaba con nosotros por una o dos semanas, lo que aprovechaba para visitar hermanos, hijas, nietos y otros familiares residentes en la ciudad de Bajos de Haina. T
abín vivía relajado durante esa estadía en las cálidas aguas del Mar Caribe, nos bañábamos en la playa, en el Charco Azul y también sacábamos tiempo para jugar pelota en el play.
El único problema que teníamos, se presentaba año tras años, era a la hora de enseñar a Tabín a pescar, esto nunca tuvo como resultado "el sacar peces", el hombre no era hábil para la pesca. Vez tras vez, día tras día, conseguíamos el mismo resultado: frustración, frustración y más frustración.
Un día salimos a pescar, esta vez estábamos resueltos de hacer de Tabín un pescador, llevamos todo lo que necesitamos y provisiones para todo un día, luchamos tenazmente para enseñar la técnica de este deporte a un hombre resuelto a aprender, y ya para las 2:00 de la tarde nuestras fuerzas se fueron desvaneciendo.

Tabín, comparte con Moreno y Félix recientemente en Hondo Valle.

CON UN SOL súper caliente y la comida agotada, dejamos que Tabín practicara solo la técnica de tirar la cuerda, como resultado ¡Un clavazo me cayó, en la cabeza, que me retorcí de dolor!, en el segundo intento....¡Otro golpe le cayó en el hombro de mi compañero Evaristo Ruiz!
Corrimos y le quitamos la cuerda de pescar y nos retiramos sin pescados, quemado como un carbón y con un dolor de cabeza DOBLE.
Evaristo comentaba en silencio en el camino: "Yo creo que él lo hace de maldad...él solo quiere divertirse jugando con nosotros”. Yo le contesté con un sentido de convicción: "No creo... simplemente hay gente que no nacieron para pescar".

*Fotografías: hovaImagen.
Opina aquí: hondovallesur@hotmail.com

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