ANÉCDOTAS DEL SUR PROFUNDO

¡Ratones Blancos!


POR: DIONICIO LIRANZO MONTERO
A propósito de la familia Pereyra y la cancha de Alix, que Félix menciona en sus escritos reminiscentes, viene a mi memoria una anécdota jocosa que paso a compartir con ustedes.

*La Familia Pereyra era multi generacional; me explico; en esa casa había Niño, Muchacho, Muchacha, Adolescente, Jóvenes y lógicamente los viejos; me atrevo a citarlos cada uno:
*El Niño se llamaba Santy. Era un carajito de unos siete u ocho años, que estaba en todas menos en misa.
*El Muchacho era Robert, era de mi generación. Creo que estudiábamos juntos en cuarto de Primaria, con el profesor Mariano. No voy a citar el año para que no insinúen que soy viejo.
*La Muchacha se llamaba Aleisa, también estaba en cuarto con nosotros.
*El Adolescente era Alix
*Los jóvenes o jovenzuelos eran Lory, Gustavo y Leo.
*Por supuesto, El Señor y La Señora Pereyra eran los viejos.

Ese año habían llevado a Hondo Valle el espectáculo de la lucha libre. Eran unos Luchadores de San Juan que se la buscaban en eso. Esa lucha impactó tanto a nuestro grupo, que fuimos a La Colonia, a La Factoría de Alcides Segura y trajimos varios sacos de paja de arroz. En lo que canta un gallo teníamos un ring armado, donde los luchadores estelares eran: Milton (Tonga), Eduardo (Pajo), Moreno y Carlos Liranzo, Gustavito, Robert Pereyra, Johnny (Chapita), Neno (El hermano del Profesor Amable), Joaquín Ramírez, Rojito (que realmente debía llamarse Negrecito), y uno que otro invitado...
No eran muy conocidos en Hondo Valle los Curíos y en la casa de los Pereyra había una cría de ellos. El Señor Pereyra / que era militar), cuidaba a esos Curíos mas que a su arma de reglamento. Los Curíos estaban confinados a una Jaula y a veces los liberaban en el balcón de la casa a alimentarse. Había que entrar a la casa para verlos, esto explica el por qué no eran muy conocidos en Hondo Valle. El patio de esa casa estaba cercado con madera y El Señor Pereyra era nada mas y nada menos que el Teniente de la comunidad, había que estar loco para entrar en ese patio sin permiso o estar pegado con uno de ellos, como era el caso nuestro.
Neno había sido invitado a luchar por primera vez al ring y cuando vio a los Curíos se sorprendió dando una voz de Alarma y diciendo:
- ¡Cooorran, traigan un palo corran, que aquí hay un grupo de ratones y suritos blancos comiendo Yerba, traigan palos y piedras.
Le explicamos a Neno que esos eran Curíos y que no había que atacarlos. El señor Pereyra, aunque el Señor Pereyra pareció no darse cuenta del asunto; no se por qué, hasta ese día duró la lucha libre de nosotros en la casa de Los Pereyra.

¿Y tu anécdota? hondovallesur@hotmail.com