Corrían los últimos años de la década de los 80s, cuando sucedió esta anécdota por allá por el 1987 o 1988, no preciso a saber cuál de los dos, pero la misma sucedió en un viaje organizado por los hondovallenses ausentes.
Fue una excursión inolvidable, en la que paerticipamos muchos moradores de este pueblo residentes en la Capital y zonas aledañas, y en el cual los emigrantes de este municipio radicados en Haina no nos quedamos atrás, ya que asistimos masivamente a Hondo Valle.
Recuerdo que en el autobús que viajamos iba el cantautor Félix D´ Óleo, conocido por todos como Moreno el de Florinda, esto porque ese era el nombre de su querida madre, el cual pido a Dios Jehová la tenga en gloria. En ese entonces ese artista no era tan famoso a nivel nacional, aunque a nivel del sur y las embajadas universitarias ya tenía un nombre hecho.
Durante el viaje Moreno nos habló de una actividad artística en la que iba a participar en los Estados Unidos, creo que un festival de la voz el cual resultó ser la base para él radicarse en ese país donde reside desde entonces. Además, nos deleitó en dicho viaje con algunas canciones de las cuales recuerdo a “Yolanda”, esa linda canción del famoso artista cubano Pablo Milanés.
En el viaje gozamos ‘un mundo’. En el autobús se hicieron chistes, anécdotas de todos tipos, cuentos a todos los niveles y sobretodo manifestación de afectos de aquellos que tenían mucho tiempo sin verse no obstante vivir prácticamente cerca, en la Capital dominicana. La algarabía y ‘gozadera’ en el viaje no se detuvo nunca hasta llegar a Hondo Valle, donde se comenzó de nuevo con bríos renovados.
Al llegar a HV el recibimiento fue de primera y todos los recién llegados nos ubicamos en casas de familiares y amigos, intercambiando muchos abrazos y otras manifestaciones de afectos. Y allí sucedió la anécdota que les voy a contar a continuación.
Resulta que al día siguiente en horas de la tarde los bares estaban llenos de gente y quien suscribe, Félix Liranzo y Félix D´oleo (Moreno) estábamos en el Bar de Niño, conocido ahora como el Tradicional. Allí compartimos junto a un grupo de amigos y familiares, disfrutando tanto que hasta se nos olvidó almorzar temprano y ya los estómagos estaban necesitados de algo para recuperar la energía.
Bueno, el hecho fue que en medio de la algarabía Félix D' Óleo nos llama tanto a mí como al otro Félix y nos dice —“Muchachos, aquí en breve se va a armar un pleito que no va a ser fácil, va a haber botellazos, piedras, tiros y de todos, es mejor alejarse de aquí lo más pronto posible”.
Al decirnos eso, a mí me llegaron los recuerdos de los pleitos que de vez en cuando se armaban en los establecimientos de entretenimientos nocturnos, los cuales se tornaban bien calientes.
Le pregunté a D’ Óleo de cómo él sabía que se iba armar ese rebú y me dijo que era de fuente segura, que mejor era que nos fuéramos en seguida.
Partimos, los dos Félix y Yo para la casa de doña Florinda y al llegar encontramos un banquete de moro de guandules, carnes, ensaladas, entre otras cosas, esperando por nosotros que la difunta madre del hoy famoso cantautor había preparado. Le entramos como ‘la conga’ ya que nuestros estómagos los necesitaban. Almorzamos hasta saciar el apetito y retornamos al Bar con energías renovadas.
Cuando cuestionamos a Moreno Florinda acerca del supuesto pleito, nos dijo: -“Señores, si yo no me invento eso del pleito, ¿cómo los iba a sacar del Bar para un almuerzo que fue hecho exclusivamente para nosotros?
Blas Liranzo Lorenzo. hondovallesur@hotmail.com
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