viernes, 27 de agosto de 2010

AVENTURAS EN EL RÍO CAÑA

Una experiencia inolvidable



Continúo esta remembranza con una anécdota que me ocurrió en el Río Caña en la zona de Comendador, cuando apenas contaba con unos once o doce años.


En una ocasión un grupo de jóvenes fueron a disfrutar de las aguas del río y algunos de los más pequeños nos colamos para participar en el baño. Todo iba de maravilla, los más mayores penetraban a lo más profundo y los pequeños nos quedábamos en la orilla; todos disfrutábamos al máximo como siempre solíamos hacer.

Pero en estas aventuras muchas veces ocurría lo inesperado. En un abrir y cerrar de ojos yo me acerqué donde estaban los muchachos más grandes, pero ninguno de ellos lo notó; pensaban quizás que era uno más y resulta que me estaba llenando de agua, porque me estaba ahogando.
Recuerdo que yo quería llamar por ayuda pero no podía, quería nadar hacia afuera, pero al contrario avanzaba a la profundidad, era realmente un momento difícil, desesperante.
La situación se tornaba bastante agria, y la comparo con una persona que tiene una horrible pesadilla y quiere despertar, pero no puede.
Pero como Dios nunca abandona a sus hijos, uno de los muchachos del grupo de nombre Eude (EPD), el cual era uno de los que más sabía nadar, se dio cuenta de que me estaba ahogando y de inmediato me sacó del charco.
Todos se asombraron ya que desconocían la situación, y cuando me sacaron, me auxiliaron y me llevaron a la casa llegando el grupo a un acuerdo para no decir nada de lo que pasó y así evitar una represalia o pela, de los mayores.
Yo en particular no dije nada a mi mamá, ya que si lo decía no me iban a dejar volver con el grupo, pero tomé mis precauciones en otros encuentros similares y aprendí a cuidarme en ese sentido.
¿Usted, ha tenido una aventura similar , cuentéla aquí?
BLAS LIRANZO LORENZO. hondovallesur@hotmail.com

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