Por: Darío Rodríguez
Ya hay mucha gente hablándonos de este tema: Los valores. Cabe preguntarnos ¿qué tienen de importante? ¿Cómo los adquirimos, o qué podemos hacer para mejorar junto a los nuestros?
Los valores, representan algo preciado, que pesa. Algo que cuando lo poseemos ayudamos a mantener los cimientos de la sociedad, pues representan lo mejor de ella, sus principios.
Una sociedad que actúa basada en valores, garantiza la paz, equidad, la convivencia social y armónica. De ahí la importancia de que nuestro comportamiento sea apegado a los valores que nuestra sociedad interpreta suyos.
Hoy día, las empresas en el mundo plantean su misión, visión y establecen los valores que las identifican, haciendo de ellos un culto, aportando desde ese espacio crecimiento personal y colectivo.
Las iglesias, escuelas, grupos comunitarios, ong’s, y otros procuran también hacer su aporte al respecto; pero, no nacemos con los valores, ni se toman de lugar alguno. Realmente los adquirimos practicándolos y el lugar por excelencia para cultivarlos es el hogar y en los demás espacios que compartimos, se refuerzan.
Son muchos los valores que existen e incluso, varias clasificaciones de los mismos. Mencionamos algunos que son notables y de mayor preocupación, tales como: la honradez, el respeto, honestidad, justicia, dignidad, pulcritud, libertad, responsabilidad, equidad, etcétera.
Se proponen diversas fórmulas y ejercicios para afianzar nuestros valores. Los padres juegan un papel estelar en ellos. El niño aprende a ser responsable viendo al padre realizar conductas responsables. Aprende a ser honrado cuando en su entorno se promueve la honradez. De hecho, algunos valores son tomados como familiares y llegan a caracterizar a esa familia.
Podemos además, a través de las instituciones o en el mismo hogar, tomar un valor por un tiempo determinado y practicarlo hasta que entendamos que lo hemos internalizado. A medida que más lo practiquemos, mejores resultados.
Desde este medio, nos proponemos realizar el aporte correspondiente para que reforcemos los valores. Citaremos uno en particular y juntos iniciaremos las acciones que nos permitan durante un mes hacerlo nuestro.
¡Espere nuestra próxima entrega para que comencemos juntos a formarnos en valores!
Hasta entonces…
(Artículo cortesía del laborioso periódico barahonero "EL AZUCARERO DEL SUR")
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