jueves, 12 de febrero de 2009

RETROSPECTIVA: UNA VISITA AL PASADO

Volibol de altos quilates
Por: Feliciano Liranzo
En la década de los 70s. Hondo Valle fue reconocido regionalmente como una potencia en el volibol masculino, llegando a constituirse como en el deporte rey no solo del pueblo, sino también del sur.

Y aquí no podemos dejar de mencionar a jugadores estrellas de la selección de Hondo Valle, como los hermanos D’ Óleo Pirón: Claudio, Tatavo, Ángel María (Maró), y Emigdio (Millón), quienes eran rematadores naturales. Estos destacados jugadores llegaron a ser codiciados por equipos de la región y de la Capital dominicana. Llegaron a reforzar la selección de la provincia y de la sub región Sureste.
Tatavo formó parte del equipo de volibol de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, deporte que alternaba con la carrera de Medicina.
En el caso de Emigdio, el menor de la familia, llegó a integrar al famoso equipo de volibol superior Los Amigos, de la capital dominicana.
¿Y qué me dices de Ramón Oliva, que en su tiempo fue uno de los mejores colocadores del sur?… esta posición era bien importante porque si no hay un buen coloquio como le decían, no había un buen killiador o rematador… y hay que hacer mención de Ramón Mazara, que era muy bueno en esta disciplina.
Habían otros destacados jugadores, que por razones de memoria se le escapan a uno sus nombres. Pero, hay que reconocer que Hondo Valle como equipo era difícil de vencer en ese entonces… tanto así que era temido por equipos tan fuertes como los de Elías Piña, San Juan y Azua.
Pero no se crean que el volibol empezó en esa época en Hondo Valle. El Padre de los hermanos D’ Óleo Pirón, el señor Ángel María D' Óleo Sierra (fallecido) también se destacó en su juventud en esta disciplina, al igual que otros como Ciriaco Encarnación Lagares (fallecido), el papá de la doctora Dennis América.
Uno de los equipos más notables de la región era el temido sexteto de Tamayo, municipio de Barahona, el cual no tenía desperdicios.
Una vez siendo muy niño, tuve la dicha de viajar con el equipo a un intercambio con Tamayo… fue una prueba de fuego para los hondovallenses. Y aunque el equipo criollo tuvo que pelear con el cansancio del largo viaje, la presión del público tamayense que vocifera todo tipo de improperios, salió vencedor en una competencia histórica.
Allí recuerdo que en uno de los juegos, Emigdio D' Óleo, hizo 14 puntos consecutivos… pero no se crean, ellos vinieron de atrás y se acercaron como a doce o trece. Ellos eran persistentes, estaban en su casa y los tamayenses tenían fama en ese tiempo de ser feroces y que no barajaban pleito alguno.
Un nutrido grupo de personas fue en apoyo del equipo hondovallense, y recuerdo vagamente que muchos fanáticos que no aceptaban que su equipo perdiera, arrojaron piedras al autobús donde viajábamos. Esto sucedió después que habíamos comido en un restaurant donde los jugadores de Tamayo nos trataron muy bien y nos habían preparado un suculento sancocho. Gracias a Dios nadie salió herido y luego de aquel histórico juego, fuimos a conocer la mina de sal de Barahona y otros hermosos lugares del suroeste.
Eran aquellos tiempos en que Hondo Valle era más conocido por el volibol que por la famosa Cueva natural de Rancho de La Guardia. En todos lados se jugaba volibol, y ya las muchachas empezaban a incursionar en este deporte de malla y bola, las cuales años después también se destacaron en esta disciplina.


*Foto: Hova Imagen
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