viernes, 12 de febrero de 2010

MEMORIAS DEL EMIGRANTE


Invitados Especiales
Corrían los últimos años de la década de los noventas y en esos años el autor de esta entrega entendió y valoró la importancia que tienen los alimentos vegetarianos, por lo me convertí casi en vegetariano.
De lunes a viernes en mi hora de almuerzo me trasladaba desde mi trabajo a un famoso restaurante, el cual aún está vigente, a disfrutar de las variedades alimenticias que se ofertaba en dicho establecimiento.
Este hábito con el tiempo tuve que variarlo por algunas razones. El establecimiento del cual le hablo queda en la zona de Gazcue en una calle próxima a la Avenida Pasteur. Hoy en día aunque los precios se han elevado muchísimo con relación a la referida década la cual sucedió la graciosa anécdota que les contaré más adelante, la gente sigue visitándolo, ya que tal parece que tiene una selecta clientela fiel a sus servicios.
En la actualidad aunque no tanto como en tiempo atrás, cuando me quiero desentoxicar de la comida chatarra como dice mi hija Scarlett, visito el establecimiento, cosa que sucede mayormente los viernes al medio día, aunque también visito otro que queda más cerca de mi centro de labor y que además dá muy buen servicio y con mucha variedad en los productos que oferta.
Los alimentos vegetales tienen gran ventaja para la salud y proporcionan al organismo vitaminas y nutrientes sanos, a la vez de que son fáciles de digerir. Creo que si todas las persona fueran vegetarianas hubiera menos problemas de salud y la tasa de mortalidad en nuestro país y el resto del mundo fuera mucho más baja. No obstante, consciente de esa realidad no todo el mundo puede ser vegetariano por las limitaciones que esto conlleva en algunas personas, sobre todo en aquellas con bajo nivel adquisitivo.
Por tanto dada la importancia de los vegetales, lo que exhorto a los amigos lectores es que hagan como yo, que aunque no soy vegetariano por completo, una o dos veces por semana consumo alimentos de vegetales en los establecimientos indicados.
A la vez, hay que limitar la grasa y la sal, consumir los alimentos más sanos posible, que usted entienda no le van a causar problemas. Recuerde el dicho popular de que más del noventa por ciento de las enfermedades entran por la boca.
Bueno, ahora les contaré la anécdota la cual sucedió en los finales de los 90s. en el señalado restaurante vegetariano. Resulta que a mí hay tres cosas que me gusta compartir con amigos y relacionados que son: la lectura de un buen libro, una buena película, (a propósito Avatar está muy buena) y un buen almuerzo, dado que son tres actividades sanas que conlleva que las personas interactúen y tengan un mayor acercamiento. Conociendo los beneficios de almorzar en el restaurante vegetariano, invité a degustar el menú a dos personas especiales Feliciano Liranzo (Félix) y Osiris Enmanuel Ventura, los cuales gustosamente aceptaron la invitación y los tres nos juntamos y arrancamos a disfrutar de esos sanos alimentos.
Allá todo resultó de maravilla, almorzamos y conversamos de todo como de costumbre y una vez montándonos en el vehículo ya para partir, me dice Félix, -"Blas, gracias por la invitación, el almuerzo estuvo muy bueno, pero cuando me vuelvas a invitar me lo dice con tiempo para yo traer un Pica Pollo".
Reímos muchísimo por lo dicho y espero cuando venga al país volverlo a invitar, pero sin el "pica pollo" porque si llevamos ese tipo de alimento creo que nos sacan del lugar.
BLAS LIRANZO LORENZO.
hondovallesur@hotmail.com

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