Recuerdo que desde niño mi padre me llevaba a Haina, pueblo situado al lado de la capital dominicana, a pasar las vacaciones escolares donde mi tía Estela, posiblemente cada dos años o menos. Y recuerdo que antes de llegar a la ciudad de Azua, el vehículo hacía una parada en el Quince de Azua.
Lo recuerdo muy bien. Unas tres décadas atrás este era un lugar solitario, casi inhóspito, pero con mucho movimiento vehicular por tratarse de un importante cruce de la carretera Sánchez que se divide en dos tramos. Uno que conduce al sur profundo en su lado Oeste, hacia importantes provincias como Barahona, Neyba, Pedernales y Ji maní; y el otro que se dirige hacia el sur 
profundo, hacia el ala Este, específicamente hacia los pueblos de las provincias de San Juan de la Maguana y Elías Piña.
El 15 de Azua hoy es más que un número. Está superpoblado con muchos más negocios que antes, instaurados para aprovechar la ventaja de ser un punto de encuentro de pueblos lejanos.
Anteriormente el 15 de Azua era un nido lejano de vendedores ambulantes que invadían los vehículos para ofertar allí, casabitos salados y rellenos de dulce de guayaba, galletitas saladas, quesos, frutas, entre otras variedades de meriendas sabrosas que uno como viajero cansado y con hambre, desea siempre comer o llevar.
Este lugar se presumía tan lejos y solitario que hace algunas décadas instalaron allí una cárcel regional. Esto ayudó un poco, porque tiempo después se hizo la necesidad de que los familiares que iban a visitar a sus parientes presos, pudieran encontrar más comodidades en el lugar como comida, algún dormitorio y transporte de minibuses hacia la ciudad de Azua.
Al pasar por el Quince de Azua recientemente, me invadió la nostalgia. Y Ahora hay en mi memoria dos 15 de Azua. Uno que es ya moderno y transitado, y que no pudo evitar el avance avasallador de la tecnología; y el otro… un 15 de Azua desolado y nostálgico que solo vive en mis maletas obsoletas de recuerdos, y que me hace revivir memorables pasajes de la niñez, que como ese 15, jamás volverá.
*Fotografía: Hova Imagen.
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