POR: JULIO CÉSAR LIRANZO
Es conocido por todos que una subida del Río Caña, fruto de unos copiosos aguaceros, provocaron recientemente, que las embravecidas aguas se llevaran el puente de acceso al pueblo, dejándolo dividido en dos partes, sin comunicación alguna...
Es decir, que todos tenían que quedarse en el lado donde le haya cogido el temporal…..a menos que usaran el plan “B”….unos osados muchachones que desafiaban las corrientes del rio, para pasar en sus hombros a personas tan necesitadas de cruzar, que se atrevían a usar el peligroso servicio……uno de los espalda-taxis era Marino, el hijo de Bigán.
Marino es un hombre joven, inquieto y como muchos hondovallenses amante del trago…llevaba su chatica en los bolsillos y se prestaba a resolver el problema de pasar el río subido a quienes le requerían al efecto.
En uno de los viajes de retorno…..Marino resbaló y las feroces y turbias aguas le arrastraron rio abajo….pasó debajo del badén…los demás veían impotentes a Marino rio Abajo, pero este habilidoso joven pudo aferrarse a unas raíces y ser ayudado a salir por algunos compañeros….!Uh!...¡Qué susto mi hermano!.. Me cuentan …que se retiró silencioso a su casa.
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