LOS CINCO CENTAVOS DE NANI
Por: Julio César Liranzo
El año no lo recuerdo, es difícil cuando se trata de recuerdos de una infancia que hace ya un tiempo largo que pasó, pero estábamos jugando Moreno y Yo, en el patio de nuestra casa de Hondo Valle, en la Duarte, al lado de Doña Oliva, frente a lo que hoy es una heladería.
EN EL OTRO lateral de la casa viven América y Mimillo, los padres de Nani, quien parece había recogido unos pequeños trozos de madera y fue a tirarlos justo al lado de nosotros y se fue. Junto con los pequeños trozos la niña había lanzado 5 centavos plateados que tenía en sus manos, yo miré a ver si Moreno los había visto y nuestras miradas cómplices se encontraron porque Moreno también buscó mirarme a ver si yo los vi.El año no lo recuerdo, es difícil cuando se trata de recuerdos de una infancia que hace ya un tiempo largo que pasó, pero estábamos jugando Moreno y Yo, en el patio de nuestra casa de Hondo Valle, en la Duarte, al lado de Doña Oliva, frente a lo que hoy es una heladería.
Rápidamente el botín fue escondido, significaban 5 sabrosos panes en la panadería de Tullío en un tiempo en que la olla era notoria entre nosotros dos. Al momento se ve a Nani, llorosa, mirando todo el trayecto que había recorrido y buscando aquí y allá sin decirnos nada… total si nos preguntaba lo más probable es que no supiéramos nada...
la escena era triste pero, resistimos y varias horas después, estábamos en la panadería comiendo unos panes que no disfrutamos… nos hacían sentir culpables...y sin decirnos nada quedó sellado el pacto entre dos niños de que jamás lo haríamos de nuevo… y así ha sido... y con Dios adelante... así seguirá siendo.
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