¿Sabe usted quién fue Gamaliel? Quizás la Biblia no haga mucha mención de Gamaliel, pero en las pocas veces que se menciona, se pone de manifiesto su honradez, su sabiduría y el cuidado que tenía al tratar los asuntos espirituales.
Gamaliel era un maestro destacado de la Ley mosaica, era también miembro del Sanedrín (Tribunal Supremo de Justicia), y además pertenecía a Los fariseos, maestros entrenados para enseñar la ley.Uno de los predicadores más eficaces, después de Jesús, fue el apóstol Pablo, en el libro bíblico de Hechos él hace mención de su maestro Gamaliel con gran respeto, leamos:
“Varones, hermanos y padres, oigan mi defensa dirigida a ustedes ahora”. (Pues, cuando oyeron que les dirigía la palabra en el lenguaje hebreo, guardaron mayor silencio, y él dijo:) “Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, instruido conforme al rigor de la Ley de nuestros antepasados, siendo celoso por Dios así como todos ustedes lo son este día…” (Hechos 22: 1-3)
La sabiduría de Gamaliel era respetada incluso por sus compañeros fariseos, quienes solían tratar a las personas que no estaban en el mismo nivel social que ellos como “Amha’árets” o gente de la tierra, gente común.
En una ocasión en que estos arrogantes fariseos apresaron y llevaron a los apóstoles ante el Sanedrín, trataron de levantar una prohibición absoluta en contra de la predicación de aquellos, entonces se levantó Gamaliel, y dijo lo relatado en Hechos 5:34-39:
“Pero se levantó cierto hombre en el Sanedrín, un fariseo de nombre Gamaliel, maestro de la Ley estimado por todo el pueblo, y dio mandato de que sacaran fuera a los hombres por un momento".
Y les dijo: “Varones de Israel, presten atención a ustedes mismos en cuanto a lo que piensan hacer respecto a estos hombres. Por ejemplo, antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que él mismo era alguien, y un número de varones, como cuatrocientos, se unió a su partido. Pero él fue eliminado, y todos los que le obedecían fueron dispersados y vinieron a nada.
Después de él se levantó Judas el galileo en los días de la inscripción, y atrajo gente en pos de sí. Y sin embargo ese hombre pereció, y todos los que le obedecían fueron esparcidos por todas partes. De modo que, en las presentes circunstancias, les digo:
No se metan con estos hombres, sino déjenlos (porque si este proyecto o esta obra proviene de hombres, será derribada; pero si proviene de Dios, no podrán derribarlos); de otro modo, quizás se les halle a ustedes luchadores realmente contra Dios”.
De modo que le hicieron caso, y, mandando llamar a los apóstoles, los fustigaron, y les ordenaron que dejaran de hablar sobre la base del nombre de Jesús, y los dejaron ir”.
Las palabras sabias de Gamaliel hicieron reaccionar a estos arrogantes fariseos, sin temor, antepuso la superioridad de la ley de Dios, demostrando así lo deficiente que es la justicia del hombre en comparación con la ley divina.