Un reinado para la Historia
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Por: Blas Liranzo Lorenzo
En la década de los años 70s. en el pueblo de Hondo Valle se levantaba una juventud vibrante, con mucho deseos de superación y sobretodo de alcanzar un espacio que le distinguiera en el devenir de la vida.
La mayoría de los jóvenes conscientes de que el progreso sólo se alcanzaba a través de la educación, se dedicaba a estudiar, algunos de los cuales los hacían en pueblos vecinos y la gran mayoría en su pueblo natal.
Los jóvenes, en un porcentaje significativo, pertenecían al Club Deportivo y Cultural Juventud de Hondo Valle (Juhova) y participaba en diferentes actividades recreativas tanto deportivas como artísticas. Es oportuno mencionar el potente equipo de voleibol de la época, uno de los más famosos en la región y las presentaciones teatrales (veladas) que con frecuencia se realizaban en esos años.
En el año 1975, el Club Juhova cuyo presidente si mal no recuerdo era Julio Alcides Segura ó Claudio Pirón se unió, a las autoridades del ayuntamiento, encabezado por el Sindico Feliciano Liranzo (padre), así como a la iglesia católica local para realizar un reinado en el marco de las fiestas patronales de ese año. El objetivo de esa actividad era recaudar fondos económicos para construir la casa club de esa organización deportiva y cultural.
En ese reinado cabe destacar la participación de las jóvenes españolas que se encontraban en Hondo Valle realizando labores sociales y religiosas. Estas formaban parte del comité de organización. Entre ellas recordamos a Lola, Margarita, María Dolores, entre otras.
Ese fue un reinado peculiar donde la crema y nata de la juventud Hondovallense tuvo una participación activa. Varias de las muchachas del pueblo participaron como candidatas y otras trabajaron en la organización. En tanto que los muchachos colaboramos en el evento en diversas facetas, como promotor, chambelán, en la logística, entre otras cosas.
Los jóvenes, en un porcentaje significativo, pertenecían al Club Deportivo y Cultural Juventud de Hondo Valle (Juhova) y participaba en diferentes actividades recreativas tanto deportivas como artísticas. Es oportuno mencionar el potente equipo de voleibol de la época, uno de los más famosos en la región y las presentaciones teatrales (veladas) que con frecuencia se realizaban en esos años.
En el año 1975, el Club Juhova cuyo presidente si mal no recuerdo era Julio Alcides Segura ó Claudio Pirón se unió, a las autoridades del ayuntamiento, encabezado por el Sindico Feliciano Liranzo (padre), así como a la iglesia católica local para realizar un reinado en el marco de las fiestas patronales de ese año. El objetivo de esa actividad era recaudar fondos económicos para construir la casa club de esa organización deportiva y cultural.
En ese reinado cabe destacar la participación de las jóvenes españolas que se encontraban en Hondo Valle realizando labores sociales y religiosas. Estas formaban parte del comité de organización. Entre ellas recordamos a Lola, Margarita, María Dolores, entre otras.
Ese fue un reinado peculiar donde la crema y nata de la juventud Hondovallense tuvo una participación activa. Varias de las muchachas del pueblo participaron como candidatas y otras trabajaron en la organización. En tanto que los muchachos colaboramos en el evento en diversas facetas, como promotor, chambelán, en la logística, entre otras cosas.
Mercedes y el autor del artículo.
Entre las candidatas a ser la reina recuerdo a Nurys Howley, Miledys D’ Óleo, Mercedes Martínez Encarnación, Yanet Montero, Denis América Encarnación, Dirsys Jiménez, Patricia Merán, entre otras que se escapan de mi memoria.
Como señalé fue un evento muy peculiar ya que la metodología de selección consistía en la joven que vendiera más boletas y por ende, recaudara más dinero para la construcción de la casa club, esa era la reina.
Quizás usted amigo lector piense que ese era un método de selección no apropiado para elegir una reina, pero a través de dicho método se podía colegir una serie de factores que debía reunir la ganadora, los cuales se conjugaban no solo en la belleza, sino también en simpatía, humildad, colaboración, preparación académica y sobretodo disposición de trabajar por su pueblo. El jurado era el pueblo y ¡qué mejor jurado que ese!
(Continuará)