Reciba Consuelo por la Pérdida de un Ser Querido
Cada vez que nos enfrentamos a la muerte de un ser querido, nos quedamos con un sentimiento de impotencia, con más preguntas que respuestas.
La pérdida de alguien que amamos es un dolor diferente en cada persona, aunque algunos reaccionan con llantos, no les duele menos a los que calladamente ocultan su dolor, o a aquellos que quieren pretender ‘que todo está bien’ cuando en realidad están destrozados por dentro y lloran en la intimidad de su cuarto.
Sin importar como le afecte la muerte de un ser querido, puede recibir el consuelo plasmado en La palabra de Dios “La Biblia”. La Biblia contesta preguntas que nos preocupan a todos, en especial a los dolientes, tales como ¿Dónde están los muertos? ¿Qué pasa después que morimos? Y otras.
Les invito a buscar respuestas bíblicas a algunas de estas preguntas. ¿Dónde están los muertos? Busque su ejemplar personal de la Biblia y veamos el capítulo 9 los versículos 5 y 6:
“Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado. También, su amor y su odio y sus celos ya han perecido, y no tienen ya más porción hasta tiempo indefinido en cosa alguna que tenga que hacerse bajo el sol”.
Sin importar como le afecte la muerte de un ser querido, puede recibir el consuelo plasmado en La palabra de Dios “La Biblia”. La Biblia contesta preguntas que nos preocupan a todos, en especial a los dolientes, tales como ¿Dónde están los muertos? ¿Qué pasa después que morimos? Y otras.
Les invito a buscar respuestas bíblicas a algunas de estas preguntas. ¿Dónde están los muertos? Busque su ejemplar personal de la Biblia y veamos el capítulo 9 los versículos 5 y 6:
“Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado. También, su amor y su odio y sus celos ya han perecido, y no tienen ya más porción hasta tiempo indefinido en cosa alguna que tenga que hacerse bajo el sol”.
Esta verdad bíblica nos libera del temor a que nuestros seres queridos estén sufriendo en algún otro lugar, a la espera de algún premio o recompensa por su vida aquí en la tierra. La Biblia nos enseña que “simplemente, ya dejan de existir”. Nuestro Señor Jesucristo comparó la muerte a un sueño o estar dormido, cuando se le dijo acerca de la pérdida de su querido amigo Lázaro, el dijo a sus discípulos:
“Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo me voy allá para despertarlo del sueño”. (Juan 11:11)
Al percibir que los discípulos no comprendieron lo que él quiso decir, les habló francamente diciéndoles: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:14).
¿Notó que Jesús ‘no dijo’ que Lázaro estuviera en ningún lugar esperando, sino que sencillamente había muerto? Sí, Lázaro ya no existía. Esto no quiere decir que él no tenía esperanza, Jesús se encargó de resucitarlo. Aunque es cierto que los muertos no están en ningún lugar consiente, también es cierto que el mismo Jesús ‘abrió las puertas’ para que gozaran de una esperanza.
“No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio”. (Juan 5: 28-29)
Nunca estaremos conforme con la pérdida de un ser querido, incluso Jesús, aunque sabía que iba a resucitar a su amigo Lázaro, cedió a las lagrimas.
Si su deseo es llorar por la pérdida de un ser querido… llore, laméntese, comparta su dolor con los que ama; Pero no olvide que la Biblia es un ‘aliciente’ a la hora de dar consuelo. Sumérjase en sus páginas y deléitese en aquel día en que “la muerte ya no será más”. (Rev.21:4).
Que la bondad amorosa de nuestro Dios los ayude a soportar el dolor de la pérdida de los suyos, y los ayude a refugiarse en la promesa de la resurrección que nos promete nuestro dador de vida Jehová Dios.
Carlos M. Liranzo M. hondovallesur@hotmail.com
“Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo me voy allá para despertarlo del sueño”. (Juan 11:11)
Al percibir que los discípulos no comprendieron lo que él quiso decir, les habló francamente diciéndoles: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:14).
¿Notó que Jesús ‘no dijo’ que Lázaro estuviera en ningún lugar esperando, sino que sencillamente había muerto? Sí, Lázaro ya no existía. Esto no quiere decir que él no tenía esperanza, Jesús se encargó de resucitarlo. Aunque es cierto que los muertos no están en ningún lugar consiente, también es cierto que el mismo Jesús ‘abrió las puertas’ para que gozaran de una esperanza.
“No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio”. (Juan 5: 28-29)
Nunca estaremos conforme con la pérdida de un ser querido, incluso Jesús, aunque sabía que iba a resucitar a su amigo Lázaro, cedió a las lagrimas.
Si su deseo es llorar por la pérdida de un ser querido… llore, laméntese, comparta su dolor con los que ama; Pero no olvide que la Biblia es un ‘aliciente’ a la hora de dar consuelo. Sumérjase en sus páginas y deléitese en aquel día en que “la muerte ya no será más”. (Rev.21:4).
Que la bondad amorosa de nuestro Dios los ayude a soportar el dolor de la pérdida de los suyos, y los ayude a refugiarse en la promesa de la resurrección que nos promete nuestro dador de vida Jehová Dios.
Carlos M. Liranzo M. hondovallesur@hotmail.com
Nota: Las citas bíblicas han sido tomadas de la "Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras".
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