POR: CARLOS MANUEL LIRANZO
No únicamente en los programas de televisión se ven discusiones acaloradas entre padres que apoyan a sus hijos y padres que parecen tener la razón en sus reclamos.
La verdad es que a los ojos de los padres, por muy malo que sean los hijos, nunca serían capaces de hacerle daño ‘ni siquiera a una inofensiva mosca’, y es allí en donde erradica el problema.
Lo que usted ve en sus hijos adolescentes, no es lo que los demás ven. Usted ve lo que usted ‘cree que conoce’, ve sentimientos, ve a sus hijos con cariño, por otra parte, los demás ven evidencias, malas intenciones y las estadísticas de sucesos semejantes en el pasado y quizás en ese mismo lugar.“Me lo acusaron falsamente”, esta suele ser la reacción de muchos padres, porque no pueden creer que sus hijos sean ‘el victimario y no la víctima’.
Cerca de la ciudad de Ashasland en el estado de Georgia, USA, un joven rodeado de ‘malas compañías’ se confabularon para asaltar una pequeña tienda, con un arma blanca, amenazaron a los que allí estaban e hicieron que todos los presentes se tiraran al suelo, ya allí, el joven decidió ‘darle un toque de película al asunto’, y le puso el pie en la barriga a una señora embarazada.
Después de aquel robo, supuestamente exitoso, los policías analizaron el video de la tienda en donde se veía todo lo sucedido. ¿Vieron los agentes del orden la diferencia entre los delincuentes y este joven que por lo visto estaba ‘andando con personas equivocadas’? No.
Lo que la madre vio, fue que su hijo solo estaba ‘bromeando’ cuando blandeaba el cuchillo, y que ‘queria entrar en una nueva moda’ llevado por ‘esos desocupados’...
Lo que los agentes del orden vieron, fue a unos de los malhechores despiadadamente poner el pie en la barriga de una mujer embarazada, lo que era penalizado con 12 años de prisión por intento de doble asesinato. Dos puntos de vistas diferentes, uno visto desde el corazón de una madre y el otro visto por los agentes de orden público, tomado por una cámara y archivado como evidencia indiscutible, del deplorable hecho.
Los errores de nuestros jóvenes tendrán que ser absorbido por nosotros los padres en cierta capacidad, pero nunca asuma responsabilidad por los errores de sus hijos al aprobar un mal acto. Corrija a sus hijos cuando sea necesario, y nunca piense que sus hijos no harán daño, porque se estará engañando usted mismo y será partícipe de sus malas acciones de una forma tácita. “Sí...Sus Hijos Sí Harán Daño”.
¿Y usted qué opina? hondovallesur@hotmail.com
