¡Saltando!... ¡Saltando!
POR: CHERYL JULISSA LIRANZO
He sabido de muchas fuentes de información que nuestro querido y fallecido tío Chachito, no era nada sencillo, y que nunca se le pasaba a cada historia que él contaba a los jóvenes, ponerle un toque de exageración, muy leve por cierto, como fue la historia de los tiburones en el río de Hondo Valle.
He sabido de muchas fuentes de información que nuestro querido y fallecido tío Chachito, no era nada sencillo, y que nunca se le pasaba a cada historia que él contaba a los jóvenes, ponerle un toque de exageración, muy leve por cierto, como fue la historia de los tiburones en el río de Hondo Valle.
Cuentan mis otros tíos que un día estaba tío Chachito de visita aquí en la casa del 17 en Haina, en momentos en que la atracción principal era la famosa Playa de Gringo. Este fue con sus sobrinos y con los vecinos de la misma edad de ellos. Parado, mirando hacia el infinito mar, se fija que al lado de él hay un perro encima de otra piedra a la orilla del mar, cuando éste dice:
-"La verdad es que se nota que no estamos en Hondo Valle.
Todos asombrados por la afirmación de nuestro tío, le preguntan "¿por qué?"
Y éste muy seguro de lo que dice responde:
-"Porque si estuviéramos allá, ese perro no estaría ahí... allá en Hondo Valle los perros no se ponen en la orilla, porque vienen los tiburones y se lo comen".
Los jóvenes aun más asombrados le preguntan que "cómo llega un tiburón a la orilla del Rio de Hondo Valle a comerse un perro".
Mi tío, mucho más seguro que antes, contestó:
-"Oh, mis hijos, 'SALTANDO'.... 'SALTANDO'.... Esos animales no son fáciles se pueden comer hasta una vaca de una sola mordida".
*Fotografía de Portada: Don Francisco Montero (Chachito) (Fallecido). Hova Imagen.
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