lunes, 26 de enero de 2009

RETROSPECTIVA: UNA VISITA AL PASADO

La misma "M"
Por: Carlos M. Liranzo M.
Temprano en los 90’s, Félix De Óleo me dio el primer apoyo que recibí en la ciudad de Nueva York, y si usted ha estado en un pueblo lejano a su patria, o a su tierra natal, entenderá porque los nombres Félix De Óleo, Jerson D. Portes y Antonio Rodríguez, vienen a mi memoria cuando pienso en aquellos años.

La ciudad de New York, es una ciudad que nada más hablar de ella intimida, y el solo hecho de pensar que usted va a estar allí sin una mano amiga, dá terror. Es por eso que ‘la primera mano’ se hace tan importante, te dá confianza, te hace sentir que no estás solo y te encamina a aprender a convivir con ‘tu nuevo presente’. El futuro entonces no parece tan incierto.
Lo primero que hice a mi llegada fue desempacar el número de teléfono de mi amigo Moreno (Félix De Óleo), llamé incesantemente y sin resultados; por alguna razón no lograba comunicarme; hice varios intentos, pero todos fallidos.

Mientras tanto Antonio Rodríguez, un muchacho de San Pedro de Macorís, me consiguió un trabajito con él en la construcción. Yo aprovechaba cada descanso para tratar de comunicarme con Moreno, y finalmente mi insistencia tuvo su paga, ¡logré comunicarme!
Puesto que era día de semana, Antonio me dio permiso en el trabajo para encontrarme con Moreno y mi vida tomó un nuevo giro en La Gran Manzana. De Óleo, me explicó lo bueno y lo malo; me entregó números de teléfonos "de emergencia”, y además me puso en contacto con mi amigo de infancia Jerson D. Portes, quien finalmente ‘me ayudó sobre manera' a establecerme en, Framingham, Massachusetts.
El tiempo pasó y yo tomé mis propios senderos; me retiré a vivir en un lugar más caliente, pues Nueva Inglaterra, como se le llama a esa parte de los Estados Unidos, me resultó muy frio. Me dirigí más al sur, hacia el estado de Georgia.
Mientras tanto Moreno se "había parado en la gran carpa", y ahora era Félix De Óleo... el esfuerzo de más de 20 años, finalmente había cosechado éxitos, era obvio que De Óleo tenía poco tiempo para socializar.
Pero, Moreno era sencillo, es sencillo y seguirá siendo sencillo. Esta sencillez caracterizó a este incansable luchador durante toda su vida. Ya desde antes del 1980, Félix De Óleo andaba cantando ‘con guitarra en mano’, ganándose los aplausos de ‘el pueblo más difícil para aplaudir’, Los Bajos de Haina. Solo Félix D’Óleo y Sonia Silvestre, les sacaban los aplausos a los haineros cada vez que subían al escenario.
Nunca la fama ‘a menor escala’ cambió a este obrero del arte, estaba seguro que la fama ‘a gran escala’ tampoco lo iba a cambiar. Es por eso que no me sorprendí, cuando en lo más alto de su carrera, apareció De Óleo en mi casa en el estado de Georgia, y nos hizo una agradable visita. “Estoy cansado...necesito una semana de descanso”, me comentó. ¡Y eso fue lo que hicimos!
Me tomé una semana de descanso con De Óleo. Allí descansamos, bailamos, jugamos basquetbol, jugamos pelota, nos bañamos en la piscina, tocamos guitarra (con mi guitarra que Moreno apodó “la mata dedos”), y como en nuestros viejos tiempos en Hondo Valle Y Haina, ‘le dimos una serenata a mi esposa Rosa’.
Cuando De Óleo partió después de esa semana de descanso, me regaló un poster en el que me reafirmaba, que a pesar de la fama...él seguía siendo la misma...M, y estoy de acuerdo, sigue siendo “la misma M, de Moreno un hombre sumamente sencillo; La misma M de este Muchacho que siempre se caracterizó, por La Misma M...de Modestia.

Su opinión aquí: hondovallesur@hotmail.com

*En la fotografía: La Isla de Mahattan, New York. Cortesía de Villa Piedra Imagen.

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