NUESTRA GENTE

Por: Carlos M. Liranzo M.

Temprano en los 70's, en las mañanas frias de invierno,se puso de moda un nuevo pasatiempo que invadió la juventud hondovallera. Se trataba de algo muy diferente y tres héroes eran los responsables de aquella nueva conmoción.

DOS DE ESTOS HÉROES eran fáciles de identificar, pues eran héroes internacionales, que cautivaban a su audiencia, televidentes y lectores... se trataba de Kalimán y su pequeño amigo Solín.
La radio novela Kalimán cobraba vida en la voz de su narrador Isidro Láser, quien narraba cada episodio con la misma pasión, ¡Tal y como si usted estuviera mezclado con la acción!
Isidro describía a kalimán como "un hombre imponente, que aterrorizaba a sus enemigos, daba confianza a sus amigos, conquistaba a las mujeres y no dejaba mover a sus admiradores", quienes le seguían ya sea por radio o por el medio más popular de los años 70's, 'los paquitos' (revistas cómicas).

En la pantalla gigante o la televisión este súper-héroe no apareció hasta los años 80's tempranos.
Kalimán era un héroe de invensión mexicana, acerca de una persona procedente del lejano oriente, con una sabiduría infinita, maestro en las artes marciales y que poseía el dominio absoluto de la mente. Hacía uso también de sus poderes mágicos, el cual usaba para comunicarse con la diosa a la que él servía y de donde procedía su nombre Kali (diosa Kali) y man (hombre).

Su turbante que llevaba en la frente, y también el atabío que forraba su cabeza tenían grandes significados para el protagonista de Kalimán.
Por otra parte, allí estaba el pequeño Solín, con suficiente valor, astucia e inteligencia como para meter en problema a su inseparable amigo Kalimán, haciendo esta novela mucho más interesante.

El tercer héroe era casi tan importante como los otros dos, y se trataba de Carlos Manuel Peguero, conocido popularmente como 'Carlitos el de Marina'.

Carlitos también se tomaba su trabajo de séper-héroe muy en serio, pues llegaba con su principal arma "Su Radio", todos los días a las 9:30 de la mañana al mismo poste de luz, que era el único lugar en Hondo Valle en donde la recepción "no era tan mala".
Aquel poste de luz, situado en el camino que va a Los Botao, Frente a la casa de Don Nano, muy cerca de la regola y de las casa de Don Jobino, era un lugar de encuentro todas las mañana.
Para aquellos que iban a la escuela en la mañana, se volvía a repetir la función a las 5:30 de la tarde, y nuestro héroe Carlitos, siempre estuvo allí, nunca tarde, siempre contento y todo el tiempo dado a su público. Definitivamente un héroe al que respetamos y saludamos.
Opine aquí: hondovallesur@hotmail.com

*Fotografía por Hova Imagen.