¡MIRA LAS MONTAÑAS!
Por: Feliciano Liranzo
Esta es una humilde reflexión a nuestros queridos compueblanos que viven allá… en el Sur Profundo… en nuestro estimado pueblo de Hondo Valle. Y los ausentes que nos visitan, también...
Mira a tu alrededor… estás rodeado de montañas. ¿Te has fijado en ellas? … son hermosas, impresionantes, gigantescas… parecen grandes figuras que nos vigilan y nos cuidan.
Parecen madres que dan de comer a sus hijos… y en efectos, las montañas nos dan de comer… porque… ¿quién no tiene un conuco en ellas?… ¿quién no se ha comido una guayaba o un mango de su interior?
Ellas son proveedoras de vida… nos proporcionan el oxígeno incontaminado del que presumimos. Nos esparcen aires frescos en los calurosos días de verano.
Hoy, al levantarte observa tus hermosas montañas. Pero hazlo con un modo diferente de ver las cosas. Hoy… agradece a Dios por vivir rodeado de montañas… y todos los días admírate con la maravillosa Sierra de Neiba que está al frente de ti.
No vivas como si ignoraras que te adornan sublimes montañas verdes y azules. No le des tu espalda… mejor, agradece que te acompañen todos los días, todas las tardes, todas las noches, todas las mañanas.
Obsérvalas, admíralas… porque después cuando ya no estés…cuando seas un errante en busca de mejores condiciones de vida…. en busca de lo que lamentablemente no nos pueden ofrecer allá… o cuando seas un ausente por obligación… o cuando seas un exiliado económico… entonces te recordarás de ellas… y tarde te darás cuenta, que estabas rodeado de hermosas montañas verdes y azules… y las extrañarás... y la nostalgia te invadirá... y tarde valorizará su sombra, su lluvia, su sol…
Hoy, al levantarte observa tus hermosas montañas. Pero hazlo con un modo diferente de ver las cosas. Hoy… agradece a Dios por vivir rodeado de montañas… y todos los días admírate con la maravillosa Sierra de Neiba que está al frente de ti.
No vivas como si ignoraras que te adornan sublimes montañas verdes y azules. No le des tu espalda… mejor, agradece que te acompañen todos los días, todas las tardes, todas las noches, todas las mañanas.
Obsérvalas, admíralas… porque después cuando ya no estés…cuando seas un errante en busca de mejores condiciones de vida…. en busca de lo que lamentablemente no nos pueden ofrecer allá… o cuando seas un ausente por obligación… o cuando seas un exiliado económico… entonces te recordarás de ellas… y tarde te darás cuenta, que estabas rodeado de hermosas montañas verdes y azules… y las extrañarás... y la nostalgia te invadirá... y tarde valorizará su sombra, su lluvia, su sol…
*PP04012010.
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