lunes, 17 de agosto de 2009

La vida de un defensor de Las Escrituras hasta la misma muerte (Parte Cinco)

Un Legado Inapreciable

¿Por qué se oponía el clero con tanta obstinación a la versión de Tyndale?La razón era tan complicada, que resultaba sencilla, derrumbaba creencias que estaban fuertemente arraigadas en el corazón de cristianos de corazón sincero.

Tal y como prometió Tyndale: “lograré que el muchacho que guía el arado sepa más de la Escritura que vos”, el hacer que ‘un simple muchacho’ supiera más que estos arrogantes eclesiásticos era posible con el uso de La Biblia en lengua vernácula, algo que Tyndale estaba dispuesto a conseguir a cualquier precio.
De 1526 a 1528, Tyndale se trasladó a Amberes; la libertad que allí sentia lo impulsó a escribir varios libros entre los que se encontraban: The Parable of the Wicked Mammon (Parábola del malvado Mammón), The Obedience of a Christian Man (La obediencia del cristiano) y The Practice of Prelates (La práctica de los prelados), aunque nunca paró la traducción de la Biblia, en donde incluyó el nombre de Jehová más de veinte veces en una versión en inglés de las Escrituras Hebreas.
Tyndale se encontraba a salvo en casa de su amigo y benefactor Thomas Poyntz, en Amberes. Se dedicó a cuidar de los enfermos y los indigentes, pero un inglés llamado Henry Phillips, que logró ganarse con astucia la confianza de Tyndale, lo traicionó en 1535. Fue llevado al Castillo de Vilvoorde, a 10 kilómetros al norte de Bruselas, donde vivió encarcelado dieciséis meses.
William Tyndale, fue estrangulado y luego quemado en público en octubre de 1536, a la edad de 42 años.
Por más que trataron sus enemigos, no pudieron imputarle el cargo de herejía, aunque esto no lo salvó de ser quemado en la hoguera. A este respecto el biógrafo Robert Demaus explica: “Tyndale siempre se destacó por su sinceridad e intrepidez.”
En una carta a John Frith, colaborador suyo que acabó en la hoguera por obra de Stokesley, Tyndale dijo: “Nunca he alterado ni una sílaba de la Palabra de Dios contra mi conciencia ni lo haría hoy, aunque se me entregara todo lo que está en la Tierra, sea honra, placeres, o riquezas”.Así fue como William Tyndale dio su vida por el privilegio de proporcionar al pueblo inglés una Biblia fácil de entender. Pagó un precio muy caro, pero ¡qué inapreciable legado dejó!


*Créditos: Gracias a la Watchtower library 2008, por ayudarme a resaltar uno de mis personajes favoritos, por su valor, dedicación y confianza en Jehová Dios”.
*Didujo cortesía de
ReformationTours.com

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