miércoles, 3 de noviembre de 2010

SENTIDO COMÚN

Conducir en nuestro país

Conducir un vehículo en nuestro país, especialmente en la Capital dominicana es una odisea o una experiencia que creo es muy difícil vivirla en otros países.
La falta de conciencia de la mayoría de los conductores y también de muchos peatones, sumado a las dificultades de las autoridades del transporte para hacer cumplir las leyes, son los factores esenciales para que nuestras calles y carreteras constituyan peligros permanentes.
Estos peligros se incrementan cuando llueve por alrededor de media hora continua, ya que el sistema de drenaje o desagüe en la Capital dominicana es un problema tan viejo como la ausencia de energía eléctrica.

Agréguele a eso que casi siempre los semáforos no funcionan, ya que la mayoría están dañados.

Dada esta situación, sugiero a mis amigos lectores tomar en cuenta, algunas precauciones cuando vayan a conducir un vehículo en nuestra Capital, siendo la primera entregarse a Dios y pedirle la bendición para que le permita regresar sano a la paz de su hogar.

Recuerden que la familia es como una mochila que siempre debemos llevar en la espalda y todo se hace por el bienestar de ella, porque siempre nos espera.

Hay que conducir a la defensiva, activando todos los sentidos para no cometer errores. Por ejemplo, si tienes un vehículo detrás y este va forzando por rebasar, donde tengas oportunidad cédele el paso; recuerda el dicho ¨¿Por qué ir tan de prisa en un país tan pequeño?.¨ El autor de esta frase no sé su nombre, pero si llego a saberlo lo escribiré para darle su mérito.
Si vas a rebasar a un vehículo que está detenido, ten cuidado ya que muchas veces justo cuando vas a hacerlo, el conductor de dicho vehículo arranca sin poner la luz direccional ni sacar la mano.
Cuando vayas por una calle de una sola vía toma precaución en las esquinas, especialmente con los motoristas. Recuerda que para los motoristas, sobre todo los llamados 'delivery', no hay vía contraria ya que ellos conducen medalaganariamente.
Asimismo, cuando pones la luz para doblar en una esquina, ten cuidado porque los motoristas no creen en esa señal y rebasan justo al momento de tu doblar.Los guagüeros o conductores de autobuses ya sean voladoras o con servicio expreso, en su mayoría, son un caso especial, al igual que los motoristas. Mientras los motoristas no cuidan de su vida, estos no cuidan la vida de los demás.
Los guagüeros son los dueños de las calles y carreteras, solo por fuerza mayor, respetan los vehículos pesados como son camiones, patanas, volteos, entre otros.
Entre las anomalías frecuentes que cometen está el uso del carril de la izquierda, pero si ven un pasajero se cruzan al de la derecha aunque vayan en el tercer o cuarto carril de la vía sin importarle nada. Además, cuando van a dejar o tomar un pasajero se paran en cualquier parte de la vía.

Los llamados taxistas también tienen su peculiaridad por lo que hay que tomar cuidado. La mayoría de estos siempre conducen como desesperados ya que quieren llegar más rápido que todo el mundo, constituyéndose en parte del peligro que representan las calles y carreteras de nuestro país.
Los carros públicos o del concho como le llaman, son peculiares; un mayor número de estos creen que están al margen de la ley porque son padres de familia, tal parece que los demás conductores no son padres de familia. Muchas veces estos conductores no portan marbetes de placas ni revistas, se paran en cualquier lugar, toman y dejan pasajeros en cualquier parte, no importa que haya un letrero que diga no estacione.
Los agentes de tránsitos deben estar vigilantes de estos peligrosos conductores y hacer cumplir la ley.
Es justo decirle algo de los peatones, ya que así como hay muchos conductores con poca formación y bajo nivel de conciencia para ejercer su oficio, asimismo, hay peatones con poca conciencia de lo que es la urbanidad.
Entiendo que el peatón siempre debe tener preferencia, el conductor debe pararse para que este cruce. No obstante, el peatón debe cruzar donde le está permitido hacerlo y si un conductor está sacando un vehículo de una marquesina tomar precauciones; el peatón no debe pasar como que el conductor lo está viendo, sino cruzar lo más lejos posible.
Cuando en una intercepción el semáforo no tiene luz, como casi siempre ocurre en nuestras ciudades, las precauciones a tomar deben ser especiales ya que nadie tiene preferencia, pero todos los conductores creen tenerla, por lo que el peligro se incrementa.

En esta situación es que más se necesita que el nivel de conciencia del conductor se eleve y comprender la situación, cooperando para que todos puedan salir bien.
Pero el mayor problema radica en que los conductores quieren salir del lugar lo más pronto posible, muchas veces sin importarle los demás.Entendemos que el mayor problema de conducir vehículos en nuestro país radica en la falta de educación y poca formación.

En ese sentido creo que antes de entregarle la licencia de conductor a un ciudadano éste debe tener un mínimo de escolaridad de un octavo curso y un certificado de manejo defensivo.
Al conductor que cometa una infracción a la ley de tránsito ya sea un chofer de carro público, guagüero, motorista, de vehículo pesado o conductor privado, que se le aplique la ley sin importar el rango que tenga y si dicha infracción se acumula a una cantidad determinada por conductor se le retire la licencia.

Solo una mayor educación tanto a conductores como a peatones y el respeto a la ley 241 que rige el tránsito, puede contribuir a elevar el nivel de conciencia y así reducir significativamente la elevada tasa de mortalidad por accidentes de tránsito en nuestro país.

BLAS LIRANZO LORENZO. hondovallesur@hotmail.com
*Foto cortesía de: Villa Piedra Imagen.

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