jueves, 3 de marzo de 2011

"Cuando Un Amigo Se Va"...



El pasado martes, primero de Marzo, dio su último suspiro un gran amigo, padre y ser humano, Luis Lajara Lorenzo, ‘El hombre de las Tres L.' Peleó con dignidad una enfermedad que finalmente le quitó la vida.


La jovialidad del ‘viejo Lajara’, inyectaba fuerzas a la juventud dominicana residente en Boston, Massachusetts. En los momentos en que nosotros necesitábamos un padre, el fue aquel consejero útil que abría los caminos cuando estos parecían cerrarse.

Luis también se destacó por trabajar muy duro. A la hora de ‘coger la pala y palear nieve’ solo necesitaba una taza de café Bustelo, ‘y no había máquina que le ganara’ después de ‘calentarse’ con ese cafecito. Aunque también nos dio el ejemplo a la hora de ‘no aceptar abusos’.
En una ocasión en un mall donde la gran mayoría de nosotros trabajábamos, fue acusado de ‘no hacer su trabajo en la forma en que el jefe quería’. ¡Un estallido de cólera hizo volar el trapeador como a veinte pies de distancia! “Toma tu maldito mapo”, expresó, y esa frase quedó plasmada para la historia, y además evitó confrontamientos venideros no solo a él sino también a cada uno de nosotros.

Luis se llegó a conocer por el disfrute que desplegaba al cocinar y al comer su propia comida, aunque la verdad es que nunca lo vimos ‘disfrutar de verdad’, pues mientras comíamos siempre me preguntaba, “Carlos y qué vamos a comer de cena”; todo el tiempo estuvo preocupado ‘por la comida próxima’, y se aseguraba de que hubiera suficiente para los que ‘por casualidad le visitaban’, que por cierto éramos muchos.

Desde que Luis llegó a los Estados Unidos en el año 1989 hasta ahora, hemos estado juntos. Independientemente de las causas que nos separara temporalmente, terminábamos juntos, y ese fue el caso cuando nos mudamos para Atlanta, Georgia. Luis se quedó por un tiempo en Boston pero al final ‘volvimos a estar juntos aquí’.
Disfrutábamos de buenas conversaciones, de temas bíblicos, de artistas como Mijares y Luis Miguel, que aunque no le gustaba su música, siempre me acompañaba, poniendo así sus preferencias a un lado. Le encantaba escuchar bachata, y en ocasiones esporádicas ‘un traguito de Whisky, pues no tomaba cerveza, pues la catalogaba como ‘bebida para mujeres’.

Por todos estos años de vivencias con mi gran amigo Luis Lajara usted podrá percibir ‘el por qué me embarga el dolor’ con la pérdida irreparable de este fiel amigo. No me queda más que darle la razón al cantautor argentino Alberto Cortez cuando dijo: “cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede llenar, la llegada de otro amigo”.

Solo nos queda afianzarnos en la promesa bíblica de Nuestro Señor Jesucristo:

"No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio". (Juan 5:28, 29).

Y el apóstol Pablo también escribió:

"y tengo esperanza en cuanto a Dios, esperanza que estos mismos también abrigan, de que va a haber resurrección así de justos como de injustos". (Hechos 24:15).

En memoria a Luis Lajara Lorenzo… “Un Gran Amigo.”

*Fotografía: Hova Imagen

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